Para sorpresa de nadie, me hicieron caso durante exactamente medio minuto y luego retomaron la fiesta al mismo volumen. Pero lo que sí me encontré fue a mí hija, totalmente consciente de lo que estaba sucediendo y cómo afectaba, y muy agobiada por el comportamiento de sus amigues.
Y, jope, es su cumple... lo último que quiero es que esté preocupada y no disfrutando... No volví a decirles nada.