La pelea había sido un espectáculo tan colosal que enseguida los promotores de boxeo quisieron repetirla, si bien había que dejar pasar un tiempo para prepararla bien.
Ali tenía concertados varios combates con rivales de menor categoría porque no podía arriesgarse a que una nueva derrota acabase con su reputación antes de haber concertado la revancha contra Frazier.