Bueno hay una parte de esta historia que es todavía más turbia y no os he contado: cuando los bulos sobre la nacionalidad del asesino empezaban a propagarse tuvo que salir el portavoz de la familia a decir que no sabían quien era el agresor y que no esparcieran bulos sobre la nacionalidad porque todavía no sabían nada. Una reacción normal, ¿no?
No en el bar nazi, donde rápidamente sacaron fotos del portavoz con niños africanos y concluyeron que era un woke de esos pro-inmigración.