El ambiente era muy tenso y, durante un entrenamiento, a pocos días del combate, Foreman se lesionó, por lo que hubo que aplazar el combate de su fecha original (25 de septiembre) al 30 de octubre. Ali se dejó ver en el festival musical antes mencionado.
Y ya sin más incidencias llegamos al combate.
Ali llega primero y recibe el apoyo de los espectadores. Entra al ring y se pone a ensayar su juego de pies y sus golpes mientras espera a Foreman. El campeón tarda en salir, seguramente un ardid psicológico. Ali aprovecha para saludar al público y sigue a lo suyo, con sus movimientos y sin perder la concentración. Foreman sale, concentrado y seguro de sí mismo. 60.000 gargantas gritan "Ali, bumaye!" (¡Ali, mátalo! en lengua lingala).