Ali tenía una buena relación con él desde que el joven Joe, que acababa de dar el salto a profesional tras ganar el oro en Tokio'64, le saludó, se declaró admirador suyo y le preguntó si combatiría con él cuando estuviese preparado.
Ahora los papeles se habían invertido y el que no parecía estar del todo preparado para un combate por el título era Ali, que estaba lejos de encontrar la excelente forma física que tenía cuando le sancionaron.